Recientemente, hemos restaurado la Puerta de Embajadores del Palacio de Buenavista, sede del Estado Mayor del Ejército para recuperar su funcionamiento y su valor histórico-artístico. Se trata de una puerta de dos hojas de hierro fundido, realizada en 1870, con diseño de D. José María Aparici y Biedma, por el cerrajero de la Casa Real Bernardo de Asins. La espadaña fue ejecutada en yeso por el escultor Eugenio Luque y vaciada en bronce procedente de uno de los cañones del enemigo utilizados en la guerra de África. En ella, se representa el escudo del Ejército de Tierra, flanqueado por las deidades Ares y Atenea.
La puerta se encontraba en un estado de conservación deficiente, presentaba daños a nivel mecánico que impedían su correcto funcionamiento, además de pérdidas de soporte y separación en las uniones entre piezas. El metal se mostraba oxidado y su recubrimiento muy deteriorado, ocultando las calidades originales de la pieza con pintura contemporánea y patinas oscuras. Las pilastras laterales y los zócalos de piedra estaban también afectadas por alteraciones graves, como desprendimientos y pérdidas de cohesión material.
La complejidad del elemento, obliga a planificar meticulosamente la intervención. El marco de la puerta y las pilastras se restauraron in situ, mientras que las hojas de la puerta, el escudo y la espadaña se trasladaron a taller para llevar a cabo los tratamientos de la manera más segura y efectiva posible. En líneas generales, la intervención consistió en la limpieza y eliminación de óxido de las superficies, la reintegración volumétrica, el refuerzo de las uniones, la corrección de las deformaciones, la reparación del sistema de funcionamiento, la protección del metal y la recuperación de las decoraciones doradas originales. Los elementos de piedra reciben un tratamiento específico basado en la limpieza, consolidación y reintegración de volúmenes perdidos.
Los resultados han sido muy satisfactorios, la restauración ha permitido sacar a la luz datos claves acerca del devenir histórico y material de la pieza, como la particularidad del sistema constructivo del marco, formado a partir de la superposición de pletinas, y el mecanismo de pernios y las decoraciones doradas originales. Con esta intervención, hemos conseguido devolverle su entidad a la puerta, al tiempo que se ha vuelto a poner en uso, atendiendo a estas dos dimensiones principales de su significado para alcanzar un equilibrio entre ellas.
Podéis verla y disfrutar de ella al pasar por la calle Alcalá a la altura del Banco de España.
