Recientemente hemos intervenido en un espejo del siglo XVIII, perteneciente al Parador de León. La técnica de dicho espejo era madera tallada y dorada en oro fino al agua.

El espejo presentaba, por una parte, problemas estructurales y pérdida de volumen en lo referente al soporte de madera y por otra, intervenciones sobre el dorado original de “purpurina” temples y acuarelas en zonas faltantes y un “maquillaje” con pátinas y aceites que recubrían el espejo en su totalidad. Estas intervenciones se han producido en diferentes restauraciones, que han ido añadiendo sucesivos maquillajes del original.

Procedemos a la eliminación de intervenciones anteriores, mediante limpieza mecánica y química. Una vez limpio y eliminado el maquillaje, nos encontramos con una pérdida del dorado original del 50%.

En este momento, nos planteamos el criterio a seguir en esta intervención. Reintegramos las faltas con acuarela o con oro fino, siguiendo la técnica de ejecución original de dorado al agua, respetando los dorados originales y la técnica de dorado con zonas bruñidas y mates, que es lo que devolvería al espejo su calidad original, o seguimos los criterios de intervención anteriores introduciendo “micas naturales” e igualando mediante pátinas que distorsionen la técnica decorativa.

Como indica el Proyecto Coremans, si intervenimos en lo que llamamos nivel 3, repristinando, redorando y patinando, la actuación rebasa los límites de la conservación. En este punto, deseamos reflexionar, ya que si se reintegra mediante técnica de acuarela se transforma la naturaleza del bien artístico.

En el caso que nos ocupa la pérdida de policromada es muy elevada. Procedemos a desengrasar y preparar el soporte de madera, para estucar y posterior embolado. No redoramos, ya que siempre se conserva el oro original para reintegrar las lagunas.

Posteriormente se reintegra con oro de 23 ¾ k y se bruñen las zonas que van pulidas y se dejan mate las zonas que originalmente así eran, consiguiendo recuperar el espíritu decorativo del objeto.

Sí es cierto que para intervenir de esta forma se debe tener pericia en el oficio, para igualar los oros. El oro es un material que no oxida y una vez limpio conseguimos igualar con un oro de parecido kilataje, podemos observar el proceso de limpieza, estucado, embolado y dorado final y el resultado final de la intervención.

En el último concurso del Ministerio de Cultura “Conservación y restauración de los lienzos de Angelo Nardi del presbiterio de la Iglesia de San Bernardo de Alcalá de Henares”, los lienzos enmarcados con molduras doradas al agua en oro fino, cuya pérdida es muy acusada, se apunta como criterio de intervención de reintegración cromática, para evitar la distorsión cromática del conjunto.

Pienso que se debe reflexionar sobre este particular, pues al introducir en pérdidas tan elevadas de decoración con reintegración de acuarela, distorsionamos de forma clara el conjunto, creando lagunas opacas en la decoración que es con oro fino bruñido.

Igualmente estamos en desacuerdo en patinar de forma constante los dorados, parra que parezcan antiguos. El oro se ponía como elemento suntuoso, ya sea en retablos como en mobiliario e imaginería. Es una moda perniciosa que nace más de criterios de anticuario que de restauración, maquillar el oro con pátinas que desvirtúan el carácter del dorado y que en muchos casos obedecen al desconocimiento del oficio de dorador o imaginero.

Creo que es el mismo criterio que se utilizaba antiguamente de patinar los lienzos para evitar distinguir una mala intervención en la pintura.

Pedimos una reflexión a la hora de decidir los criterios de intervención en elementos artísticos y arquitectónicos con utilización de micas minerales y pátinas finales.

 

Estamos en una nueva era a la hora de gestionar nuestro rico patrimonio artístico y cultural, que merece la pena reflexionar y tomar decisiones con vistas a un futuro más racional y eficiente.

Todos tenemos presente que España, a través de su historia, ha ido generando un amplio patrimonio artístico, del que todos nos sentimos orgullosos y también somos conscientes del deber de conservarlo como seña de identidad de nuestra sociedad.

Nuestra experiencia de más de treinta años de intervenciones en todo el territorio español, centrados principalmente en bienes muebles, con más un millón de horas de trabajo, nos hace reflexionar sobre el desconocimiento que en estos momentos vivimos en el sector.

Por una parte, la desaparición del tejido empresarial que se había creado en estos tiempos atrás, con una alta cualificación de especialistas.

Por otra parte, la falta de directrices y planes claros de intervención, donde no se priorizan las intervenciones a realizar, así como el descenso en la inversión estatal del orden del 90% en estos últimos 10 años.

Una sociedad rica y avanzada como la nuestra, donde el turismo es esencial en nuestro PIB, tiene la obligación de crear una estrategia de mínimos en la gestión del Patrimonio Artístico.

Debemos cambiar la mentalidad de que la inversión en cultura es un gasto y no una inversión de futuro.

Hemos sido testigos del cambio que ha experimentado nuestro patrimonio artístico en estos últimos años. Todos agradecemos el tirón de los planes de conservación de catedrales, palacios, espacios arqueológicos, museos, etc. entre todos hemos aprendido a valorar con más intensidad lo que nuestros antepasados nos han legado, ya sea material o inmaterial. El conocimiento es un bien valioso y nuestro país debe potenciarlo y ponerlo en valor, pasa a formar parte de nuestra identidad. No debemos dejarnos llevar por la inercia globalizada y las modas. Tenemos que potenciar lo que tenemos y lo que sabemos hacer. Y tenemos mucho que ofrecer; somos un país con muchas posibilidades, solo nos hace falta consensuar y crear planes que generen riqueza.

Es una pena la desaparición de especialistas cualificados, () que han tenido que migrar a otros sectores laborales. Sabemos que esta realidad se da en campos como: artesanía, oficios de construcción y oficios artísticos. Tenemos una sociedad que por diferentes motivos, cada vez da más la espalda al trabajo cualificado. Se está dando la paradoja de que arquitectos y prescriptores tienen verdaderos problemas para realizar proyectos por la falta de mano de obra cualificada.

Cada vez es más difícil encontrar buenos albañiles, cerrajeros, escayolistas, canteros, herreros, etc. No hablemos de encontrar especialistas en oficios más especializados como doradores, estuquistas, ebanistas, tallistas, barnizadores, broncistas, vidrieros, etc.

Cuando requerimos de estos especialistas debemos importarlos o cerrar los ojos y aceptar trabajo de baja calidad.

Últimamente nos estamos encontrando situaciones en rehabilitación, en que se requieren trabajos de elementos decorativos y arquitectónicos, que los jefes de obra se ven incapacitados de llevar a cabo por falta de mano de obra cualificada.

También ocurre que los responsables del proyecto desconocen las técnicas artísticas y optan simplemente por eliminar estos elementos de sus proyectos.

Nuestra empresa se ha caracterizado por mantener en plantilla a artesanos-restauradores homologados por el IPHE y patrocinados por la Asociación de Empresas de Restauración ARESPA, () para homologar a sus oficiales más experimentados, mediante cursos en que se impartían criterios de restauración, documentación, filosofía de la restauración, técnicas analíticas, etc. Se impartían los conocimientos teóricos que daban a estos especialistas una cualificación equiparable a la de otros países europeos.

Nosotros mismos tuvimos la oportunidad de asistir durante tres meses, becados por el Consejo Europeo en el Centro de Formación de Artesanos para la Restauración del Patrimonio Arquitectónico en el año 1987, donde pudimos compartir conocimientos y experiencias con integrantes de otros 23 países del resto de Europa y América Latina.

A la hora de intervenir en un espacio arquitectónico nos encontramos con diferentes elementos decorativos, que no son pintura ni escultura, donde sí se da una titulación oficial y que merece la consideración de ser tratados por un especialista titulado.

Nos encontramos con soportes de madera, yeso, hierro, bronce, mobiliario, piedra, dorado, vidrios, azulejos, etc. Técnicas decorativas como el estuco mármol, estucos de cal, eglomises, cerrajería artística, relojería, etc. donde el oficio debe combinarse con criterios y técnicas de restauración, para dar trabajos con rigor, conocimiento y calidad. Todo esto está recogido en las cartas de restauración desde la de Venecia hasta la de Atenas.

Creo que el IPCE fue consciente de esta carencia y apoyó en su momento esta iniciativa de homologación de oficios artísticos en el campo de la restauración, siempre con la máxima del trabajo en equipo, el de mínima intervención, la reversibilidad de la actuación, la discernibilidad y la documentación.

Como ya he comentado, el IPCE, antiguamente el IPHE, tanto en el año 1987 dirigido por D. Jaime Brihuega, o con D. Álvaro Martínez Novillo en 1998, han sido conscientes de la importancia de homologar y poner orden en la formación de artesanos en el campo de la restauración. Igualmente ARESPA, () ha creído en la necesidad de dar esta formación al personal de las empresas asociadas.

Todos tenemos cabida y a todos nos interesa que nuestro sector actúe con rigor y excelencia. Cada vez se hace más necesario entablar un diálogo constructivo entre todos los agentes que directa o indirectamente trabajamos en el campo de la conservación del Patrimonio Artístico Español.

La experiencia es un grado, creo que esto es evidente para todos. Nadie desea poner en mano inexpertas la vida de su patrimonio personal. “la ignorancia es atrevida” cobra un significado evidente en intervenciones que desgraciadamente hemos visto publicadas últimamente y para ello todos tenemos que ser humildes y encontrar un punto de respeto al trabajo de los demás.

Por nuestra empresa El Barco® han pasado más de 400 especialistas, la mayor parte de ellos licenciados o diplomados en Restauración y Conservación, pero también han pasado magníficos artesanos-restauradores que en equipo, nos han permitido llevar a cabo proyectos muy comprometidos y de indudable relevancia.

Este compromiso con los oficios artísticos nos ha llevado incluso a colaborar con el Servicio Regional de Empleo de la Comunidad de Madrid, para impartir en nuestras instalaciones cursos de técnicas artísticas. () Más de 200 alumnos en 16 cursos han aprendido técnicas artísticas y artesanales como: Escayola artística, estuco mármol, realización de frescos, dorados, talla, ebanistería, marquetería, barnizado, pintura decorativa, esgrafiados, etc.

Igualmente hemos realizado presentaciones de carácter didáctico, () que se pueden visualizar en la web, en que se pueden ver los trabajos de mayor relevancia, ya que opinamos que el conocimiento de la experiencia del trabajo debe estar al alcance de todos y tenemos que aprender a compartir, para poder discutir y ampliar nuestro conocimiento.

Sí, la experiencia es un grado y nuestro patrimonio son todas las obras realizadas de los que nos sentimos satisfechos y de las que todos los que hemos formado parte de ellas en la familia de El Barco® se sienten orgullosos.

No es nuestra intención descalificar a nadie, pero tenemos que trabajar unidos por el bien de todos y por el bien de nuestro patrimonio Artístico, que es de todos y nos da la dimensión de lo que hemos sido e inspiración para imaginar lo que seremos y lo que podemos llegar a ser.

 

Es una sociedad incoherente allá donde las haya, esta en que vivimos. Estamos sumidos en una especie de Edad Media Tecnológica, en que si bien tenemos todo el conocimiento a nuestra disposición, en nuestros teléfonos, inmediatamente; no tenemos ni pajolera idea de qué hacer con dicho conocimiento, o simplemente, no entendemos el valor de dicho conocimiento.

Esta problemática es especialmente preocupante en cuanto al mundo de las artes y las ciencias se refiere, ya que en sí mismo, el conocimiento no vale para nada, pero sin él estamos condenados a vivir en un sinsentido y en una sinrazón, más propia de sociedades analfabetas que de una sociedad “culta” como nos gusta proyectaros hacia el mundo.

En el campo de la restauración y la alta decoración, esta incultura se traduce en varios síntomas realmente preocupantes, como son:

•       •  Se pone en tela de juicio el valor de conservar la historia. En una sociedad dependiente del consumo, no se entiende la conservación, ya que el modelo productivo actual consiste en la producción y el deshecho de todos los bienes. No se entiende gastar para conservar algo “viejo” que sale más barato destruir. Este desprecio por el pasado y por lo debatido y consensuado a través de milenios de convivencia, no solo se aprecia en la minusvaloración de la historia, sino que dicho desconocimiento también se traduce en que se reabran debates que se pensaban ya superados, como los derechos humanos, por ejemplo. Actualmente podemos ver como hay un repunte de racismo y de anteposición de valores económicos a los valores que interesan al ser humano como especie, como los tomados en relación a la sostenibilidad ecológica.
•       •  Se han perdido los valores filosóficos y la dirección social en la cual tenía sentido el conservar. Tras la quema de Notre Damme, se escucharon varias voces que abogaban por conservar lo que aún seguía en pie y transformar lo quemado en algo nuevo, es decir: Unos jardines, una piscina, un club de música… etc. Nuestra empresa se posiciona en contra de este tipo de intervenciones. Si bien nos parece buena idea dar una nueva funcionalidad al edificio, por ejemplo, en Holanda se restauran las iglesias y las que no sirven para el culto se reutilizan como bibliotecas públicas o cafés. Para ello se realiza una restauración rigurosa y se dota al espacio con cuantos medios protectores necesiten las obras de arte; de este modo la obra de arte se puede disfrutar por el público, se le da una funcionalidad específica a un espacio que la había perdido y con cuya actividad se puede conseguir fondos para la conservación de dicha obra y además, no se pierde la lectura con la que fue concebida el edificio. Es decir, se conserva la coherencia artística del objeto en cuestión. El plan de Notre Damme dista de esto ya que la no reconstrucción, sin más, podría tener un sentido histórico y defendible, pero la modificación del espacio por caprichos del consumo supone, desde nuestra opinión, una barbaridad conceptual ya que el edificio perdería la finalidad con la que fue creado para pasar a convertirse en un cascarón vació, como un decorado en que hacerse selfies bonitos y colgarlos en Instagram.

  La restauración no es un lavado de cara sin más, es un respeto por nuestra historia, es un saber apreciar y querer conservar las pruebas del paso de los seres humanos por el mundo, de dejar un testigo que nos ayude a comprender nuestro pasado, nuestro origen, que nos ayude a recordar nuestra historia. No se trata de dejar un decorado. Se trata de devolver el valor y la intencionalidad original de una obra de arte, para que las y los individuos puedan apreciar aquellas maravillas de su historia y a través de ellas poder construir su identidad individual y social.

•       •  Se ha perdido la cultura de la calidad material. Quizá este punto sea el que más tiene que ver con el título del artículo. Las nuevas generaciones, acostumbradas a un mundo digital y visual, no saben, no tienen cultura material, no saben distinguir calidades, no saben de durabilidad del material ni de conservación y cuidado de lo matérico. Están acostumbrados a la cultura del decorado de cine, del cartón piedra, de la purpurina, el atrezo teatral y no podrían distinguir un dorado real de una mica mineral. Son de la cultura del plástico, de las cosas baratas que son fácilmente sustituibles. Para esta generación, la cantidad es siempre más importante que la calidad y la moda prima sobre lo atemporal. Nada dura, todo se destruye o se muere. Todo desaparece. Alguien que estaría dispuesto a gastarse 4 veces 3 euros por una camiseta en lugar de gastarse 12 euros una vez y que dure toda la vida es alguien que vería con malos ojos invertir dinero en la conservación de algo antiguo antes que gastarse la mitad en algo de nueva factura, aunque dicho elemento sea de peor calidad que el viejo a conservar. Este punto en que la calidad deja de importar entronca directamente con el siguiente punto.
•       •  La cultura low-cost. Desde que se ha instaurado este modelo de precarización productiva y de consumo, y en consecuencia, el poder adquisitivo ha descendido, se ha acrecentado la fuga de profesionales del sector cultural hacia otras disciplinas más demandadas como la hostelería o el comercio. Esto supone un drama ya que muchísimas especialidades quedan extintas de profesionales que puedan ejecutarlas. Es especialmente significativa esta fuga en los oficios artísticos, que están desapareciendo debido a la falta de demanda. Este panorama desolador penaliza la experiencia, ya que dicha experiencia es más cara y lo caro no renta. A pesar de todos los avances tecnológicos en el campo de la restauración, es un trabajo principalmente manual, cuya buena ejecución está íntimamente ligada a la habilidad del profesional y a su experiencia laboral. Vemos incluso en los concursos públicos cómo demostrar la formación de los profesionales es muy importante y sin embargo la experiencia de la empresa ha perdido valor. Esto es peligroso ya que una obra se lleva a cabo con equipos multidisciplinares cuya coordinación es importantísima para la buena finalización de la obra y la formación no da el saber hacer que sí aporta la experiencia de años en el sector. Estaría bien valorar dicha experiencia como meritoria, no como un arma de exclusión para empresas de nueva creación, que son tan importantes para el desarrollo del sector, sino simplemente como un dato a valorar positivamente. En definitiva, un reconocimiento a la labor desempeñada por todas las empresas que hemos cuidado el patrimonio de todos durante tantos años.

Estos síntomas, sin duda preocupantes, nos llevan a plantearnos una reflexión respecto a la conservación de obras de arte y la creación de obra nueva. ¿Deseamos o estamos dispuestos a destinar cuantos medios sean necesarios para la pervivencia de nuestra historia y nuestra cultura?

En la sociedad actual, parece que la respuesta evidente es un rotundo NO. Si tenemos en cuenta los retos climatológicos, de control de la demografía y del impacto del ser humano en el medio, y vemos que incluso los países ricos no destinan más de un 1% de su PIB para llevar a cabo esta transición ecológica que es imperiosa para nuestra supervivencia como especie, qué nos hace pensar que la conservación de nuestra historia obtendría siquiera la mitad de ese importe.

En una sociedad en que el trampantojo se valora más que la realidad, ¿Quién estaría dispuesto a salvar un sector, que si bien proporciona muchos puestos de trabajo al ser manual, no le interesa a nadie por desfasado e “inservible”?. Desaparece la civilización, la memoria y el sentido de calidad y de humanidad. Desde El Barco® nos deseamos mucha suerte como especie y que no sea la mamandurria y el brilli-brilli lo que impere tras tanto selfie en Instagram, ofendido en Twitter, cotilla en Facebook o perrito en Snapchat.

 

El Barco^® como responsable de la conservación de todos los elementos patrimoniales de Casa de América, ha realizado los trabajos oportunos para instalar los dos retratos de cuerpo entero de los marqueses, en su lugar original de ubicación, que es en el antiguo despacho del Marqués en la planta principal, actual sala Bartolomé de las Casas. Estas pinturas son de gran formato y realizadas por el pintor Francisco Pradilla y Ortiz.

Los trabajos que han requerido de nuestra participación, en colaboración con el Museo del Prado, propietario de dichas pinturas, ha sido la retirada de la anterior decoración y preparación de los huecos en la boiserie de roble nuevos, ya que las dimensiones del bastidor han variado. Hemos aprovechado para limpiar y refrescar barnices en dicha sala.

Igualmente se han realizado cartelas por indicación del Museo del Prado.

Los trabajos han durado una semana, dentro del plan de conservación preventiva, que dicha institución tiene contratada desde hace 25 años con nuestra firma.

 

Hemos comenzado los trabajos de restauración del Salón de Audiencias, con intervenciones puntuales en el boudoir y cornisa, igualmente se han llevado a cabo intervenciones de urgencia en la pintura mural que decora el techo.

Esta sala, ricamente decorada de estilo imperio, con maderas de caoba en paramentos y altorrelieves tallados en madera y dorados con oro fino y técnica “al agua”, pensamos corresponde a la época en que D. Manuel Godoy fue propietario de dicho palacio, ya que por el estilo decorativo coincide con los gustos de su época, además se ha interpretado la iconografía del luneto del trumeau como el busto de D. Manuel Godoy recibiendo la corona ducal propia de su título “Duque de Alcudia”.

La intervención realizada, ha pasado por una meticulosa protección de todos los elementos que no iban a ser intervenidos y han ocupado una parte importante del proyecto.

Lo más destacado del estado de conservación eran las poco afortunadas intervenciones anteriores que enmascaraban las calidades de las decoraciones originales.

Las tallas faltantes estaban con escayola, doradas y repintadas con purpurina, maderas de caoba con pátinas que oscurecían el conjunto.

La intervención realizada ha consistido en:

•             Desmontaje de todos los altorrelieves
•             Limpieza de los paños de madera, hidratado y barnizado francés con gomalaca
•             Limpieza y eliminación de repintes y purpurinas en dorados
•             Reposición de tallas perdidas con madera
•             Restauración de dorados con técnica al agua y oro de 23 ¾ k

La intervención en la pintura mural ha consistido en:

•             Eliminación de sales
•             Consolidación de soporte
•             Consolidación de la capa pictórica
•             Reintegración cromática

Este salón se encuentra entre los más representativos del Patrimonio Artístico del Cuartel General del Ejército.

 

Curso de introducción a la técnica, imprescindible salvo conocimiento previo para iniciarse en la misma ya que en el tomaremos contacto por primera vez con los materiales y herramientas, dispondremos el puesto de trabajo etc.

Curso impartido en Castellano e Inglés.
Más información por privado o en el correo scagli.urr@gmail.com

PRECIO:
700€
Método de pago:
50% 30 días antes del inicio del curso como reserva de asistencia y el resto el 1er día del mismo.

DURACIÓN:
5 días. 40 horas lectivas.
Horario Lunes a Viernes de 9:00 a 13:00 y de 15:00 a 19:00 h.

METODOLOGÍA:
Clases presenciales esencialmente prácticas que:

Permitirán al alumno la aplicación de lo aprendido a distintos contextos de trabajo: decoración, restauración, arte, construcción…
Seguirán una sistemática de ensayo-error que nos proporcionara los recursos adecuados ante cualquier contratiempo que se nos presente en su futuro desarrollo.

CONTENIDO:
Estucos de taller menores sin muro soporte realizados sobre mesa.

Teórica:
Presentación general del estuco mármol.
Definición de los estucos.
El estuco en la historia del arte.
Función del estuco mármol.
Ventajas y limitaciones.
Documentación gráfica.

Practica:
Acopio de materiales y herramientas
Disposición del puesto de trabajo.
Presentación de materiales.
Elaboración de cola madre y cata de fraguado.
Control de fraguado variando las proporciones de pigmentos.
Consistencias de masas.
Realización de muestras a dos colores. Sus posibilidades.
Técnicas sencillas de veteado.
Evolución en la complejidad de las composiciones sobre muro utilizando la técnica Alemana de aplicación y realizar su acabado.
Preparación de soportes para recibir un estuco mármol.
Elementos que facilitan la adhesión.
Encuentros con otros materiales.
Formación de masas, bolas o panes con sus vetas u otros adjetivos en brechas.
Colocación sobre soporte.
Técnicas de planitud.
Emplastecidos-pulidos-tiempos de secado.
Acabados.
Reconstrucción del veteado y la estructura de una muestra de mármol.
Introducción a la taracea y al trabajo escultórico.

Para la asistencia al seminario no es necesario ningún conocimiento previo en técnicas de estucado, solamente interés y ganas de aprender una de las más maravillosas técnicas decorativas que existen.

 

Taller de Restauración el Barco, S.L., está colaborando con la administración de Estados Unidos, en un proyecto piloto que intenta dar rigor y visibilidad a la restauración de su patrimonio artístico.

En primer lugar hemos participado en la elaboración, mediante fichas, de un proyecto completo donde se especifica el estado de conservación y descripción de la intervención a realizar, valorando en horas de trabajo su restauración.

A nuestro juicio, es una forma de trabajar muy práctica y a la vez rigurosa, que está dando unos resultados óptimos.

El proyecto está en una fase avanzada y la restauración de patrimonio artístico está resultando muy valorada por dicha administración. Tenemos que aprender de todos y nos agrada participar en este proyecto tan práctico como riguroso.

 

El pasado 30 de agosto se comenzaron los trabajos de decoración del Salón Principal de la residencia del embajador de Francia en España.

Los trabajos consistieron en la realización de dorados y pintura de las decoraciones de dicho salón.

Estos trabajos se enmarcan dentro de la división de trabajos de alta decoración, que nuestra empresa realiza para clientes exclusivos.

 

El pasado día 3 de mayo han comenzado los trabajos de restauración de cuatro salas, pertenecientes al Palacio del Congreso de los Diputados. Las salas son conocidas como: Escritorio de Periodistas, Escritorio de Cabinas, Escritorio de la Constitución y Escritorio del Reloj.

Las decoraciones en las bóvedas de estas salas son pinturas murales estilo Pompeyano, con decoraciones alegóricas, realizadas por el pintor Vicente Cameron Torra.

Los paramentos están decorados por paños en estuco mármol imitando jaspes, dividido por pilastras adosadas con molduras en oro fino, rematado por un friso en estuco volumen, donde nacen unos arcos de medio punto con dos lienzos en los huecos.

El estado de conservación de las pinturas murales, están seriamente dañadas debido a filtraciones de agua provenientes de las cubiertas.

Un equipo multidisciplinar está interviniendo en esta obra con fecha de finalización del 27 de junio.

 

Esta es una comunicación para todas las empresas, a nivel nacional, que están en el caso de la supresión de la clasificación administrativa por parte de la Junta Consultiva del Ministerio de Hacienda de servicios N-5 y O-7.

La Asociación de Empresas de Restauración, ARESPA, invita a todo aquel que esté interesado en tratar este tema a la próxima junta de la Asociación, el día 8 de abril a las 10:30 horas, en la C/ Gran Vía, 6 (4ª planta). Se tratará este tema y algún otro asunto relacionado con la situación actual.

Todo aquel que esté interesado puede asistir y si desea más información puede ponerse en contacto con el gerente de la Asociación, el Sr. Antonio Coronel, en el teléfono 915 247 502.

 

Ni en nuestros peores sueños podíamos imaginar un panorama tan adverso en lo referente a la Conservación y Restauración del Patrimonio Artístico y Cultural en España. El sector está sufriendo una profunda crisis que está destruyendo todo el tejido empresarial y laboral que se había forjado en estos últimos veinte años.

De todos es conocido que el segundo país, detrás de Italia, con más monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es España, sin contar los Bienes de Interés Cultural.

El garante de la Conservación de este rico Patrimonio Cultural es el Estado, llámese Gobierno Central, Autonomías, Ayuntamientos, Diputaciones, etc. Por causa de la crisis la inversión en restauración y conservación, se ha reducido alarmantemente en estos últimos ocho años, lo que está provocando un abandono preocupante de todo lo restaurado. Esto es una realidad que se puede constatar en cifras y lo más evidente en el cierre de empresas y el paro casi total de los especialistas en este sector.

En el punto en el que estamos, creo necesario hacer una profunda reflexión para identificar el problema y debatir entre todos los agentes implicados (Administraciones, empresas, conservadores, prescriptores, gerentes de patrimonio, etc.) para buscar soluciones prácticas y duraderas, haciendo hincapié en lo que tenemos (patrimonio, profesionales, empresas, experiencia, etc.) y lo que podemos hacer. Definiendo objetivos y soluciones así como una hoja de ruta.

Todas las administraciones públicas en estos últimos tiempos de bonanza han aumentado sus recursos humanos para hacer frente a las inversiones en restauración, que en su día lo requerían. Desde hace ocho años a esta parte vemos como el dinero a gestionar se ha reducido drásticamente, pero la administración no ha reducido su tamaño. En estos momentos el poco presupuesto que llega a las Direcciones Generales de Patrimonio se queda en el “aparato burocrático” de la propia administración, no hay dinero que gestionar, pero sí mucho gestor. Sería necesario replantearse los costes y la eficiencia en el campo de la administración. Una Dirección General que no tiene presupuesto es como un tren sin locomotora.

Con la supresión a partir del 01 de Enero de 2016 de la Clasificación Administrativa que tenían las empresas de servicios para la conservación y restauración del Patrimonio Artístico, se modifica el artículo 37 del Reglamento: “teniendo en cuenta su grado de poco uso por los órganos de contratación así como la rara inclusión de esta clasificación en los contratos públicos”. Esto quiere decir que la propia Administración certifica los pocos contratos que se realizan en el campo de la Conservación y Restauración del Patrimonio Artístico y Cultural.

Necesitamos cambiar las inercias y buscar la eficiencia en el campo de la administración con planes coherentes y bien gestionados, buscando la autosuficiencia del bien restaurado.

Es necesario un planteamiento eficaz de los recursos que el Estado y la Comunidad Europea aportan para la Conservación del Patrimonio Cultural.

Igualmente se deben realizar convenios de colaboración en el sector del Turismo Cultural con una gestión llevada por profesionales en gestión de patrimonio, buscando un desarrollo sostenible y evitando que el crecimiento desordenado intervenga de forma desastrosa en la Conservación del Bien Artístico.

Otro factor muy importante a tener en cuenta es el de la “Internacionalización”. He visto personalmente en trabajos realizados en el extranjero, cómo los italianos o portugueses o ingleses, se venden maravillosamente en países de todo el mundo y como España, con magníficos profesionales no encuentra salida en el exterior. Tampoco las empresas son capaces de crear proyectos de colaboración para intervenir en Países de nuestro entorno cultural, como son los países Iberoamericanos que necesitarían de formadores para realizar los trabajos de conservación de su rico Patrimonio Artístico. Siempre los proyectos de formación han sido una vía de introducción para intervenciones en restauración

Se impone un debate serio, que nos ayude a salir de esta crisis. Aprendamos de nuestros errores y poco a poco, identificando el problema podremos poner solución a este enfermo que se encuentra gravemente herido.

Como he dicho, en estos momentos el tejido empresarial y laboral está prácticamente desaparecido. Sin hablar del Bien Cultural en total abandono. Seamos generosos y cambiemos el lema “Sálvese el que pueda” por el de “la unión hace la fuerza”.

No podemos echar por la borda tantos años de experiencia y buen hacer. Pongamos la atención que se merece este bien supremo que es la cultura y reflexionemos sobre el tipo de sociedad que queremos.

 

Eduardo Benavente
Director y fundador de Taller de Restauración El Barco y Presidente de la APFOA.

 

Podemos asegurar que uno de los tesoros más desconocidos de nuestro Patrimonio Artístico, son los trabajos de “estuco volumen” que atesoran las “Casitas” que el Rey Carlos IV se hace construir en El Pardo, Aranjuez y El Escorial. Concretamente vamos a tratar el techo de “estuco volumen” de la Sala de Sedas de la Casita del Príncipe de El Escorial.

Según documentación, Juan Bautista Ferroni comienza los trabajos de decoración y diseño en 1789. En 1795 el estuquista José Ginés continúa los trabajos de decoración ayudados por un equipo de oficiales distinto al empleado por Ferroni.

El soporte de estos techos está realizado con bóveda de ladrillo cosido con cal y arena, posteriormente lleva un revoco de cal y arena con ladrillo triturado y rematado con los ornamentos realizados en yeso.

La disposición de las decoraciones consiste en cuatro temas ornamentados en las limas con camafeos, representando alegorías. Todo esto en la zona abovedada. La zona central plana alberga dos camafeos y representaciones de altorrelieves con roleos, guirnaldas y figuras humanas. Las molduras están realizadas en plomo y doradas a la sisa en dos tonos de oro fino. La talla es finísima y cada elemento es distinto. Todo esto está modelado y luego vaciado y colocado. También hemos comprobado que muchos de los elementos están tallados “in situ”. El trabajo es delicadísimo y de una finura extraordinaria.

Las alteraciones que han sufrido estos techos, vienen producidas por filtraciones de agua provenientes de las cubiertas de plomo. Hemos constatado que estos problemas han venido sucediéndose regularmente en el tiempo, ya que el techo está intervenido en diferentes épocas y por diferentes manos.

Las intervenciones anteriores están realizadas en yeso y son muy bastas, comparadas con el original. Al ser preparación de yeso con el agua han producido sales al repetirse las filtraciones, lo que ha provocado la pérdida de las decoraciones, ya que los yesos quedaban muy alterados y pulverulentos. Los ornamentos de perlas y los plomos se encuentran repintados en purpurina con pérdidas de volumen.

La intervención de restauración comienza con una cartografía marcando las diferentes alteraciones: falta de volumen, sales, grietas, intervenciones anteriores inadecuadas purpurinas, repintes, etc.

Seguidamente se ha procedido a sanear todo lo que se encontraba en mal estado, llegando hasta el soporte de ladrillo. Eliminación de sales. Reconstrucción de todos los elementos faltantes, mediante moldes y en muchos casos completando el moldeado “in situ” como se hizo el original. Completar las decoraciones con rigor y perfectamente documentado ha sido el propósito de esta intervención, muy delicada y que requiere del mejor equipo de especialistas en “estuco de yeso”.

Creemos muy interesante la divulgación de este tipo de obras de nuestro patrimonio artístico de una gran belleza, verdaderas obras de escultura en relieve y que por la dificultad de su visionado, ya que se encuentran en estancias pequeñas y con techos bajos, poca gente conoce.

Patrimonio nacional lleva realizando en estos últimos veinte años un verdadero esfuerzo en la restauración rigurosa de sus Patrimonio Artístico que por su complejidad y magnitud muchas veces no conocemos en profundidad.

 

Cuando Acciona Proyectos y Diseño nos propuso participar en el proyecto para la conservación, arranque y colocación del Mihrab, perteneciente a la Mezquita de Al- Uwayna en Wadi Bani Khalid, fuimos conscientes de la dificultad y el reto profesional que esta intervención suponía.

En primer lugar la dificultad por la ubicación del monumento, en segundo lugar no teníamos antecedentes de un arranque de una yesería de estas dimensiones, que se hubiera realizado en ningún proyecto anterior.

Nuestra empresa Taller de Restauración el Barco, S.L. es una empresa española, con experiencia en proyectos de gran complejidad y con una clara voluntad de internacionalización. Cada proyecto es diferente y este que nos había propuesto implicaba una gran responsabilidad profesional. Se trataba de uno de los monumentos más importantes del Patrimonio Omaní.

Inmediatamente un equipo multidisciplinar se puso a trabajar para preparar el proyecto y estudiar la metodología más adecuada.

Investigamos en experiencias similares de intervenciones de arqueología y pintura mural, que nos pudieran ayudar en este proyecto.

Realizamos una visita previa al monumento en Wadi Bani Khalid y tomamos alguna muestra del material a intervenir, ya que en principio se pensaba que era de estuco de cal. La analítica nos confirmó que se trataba de yesos artesanales cocidos a diferentes temperaturas, llegando al enlucido final, que era de una anidrita más dura y resistente al agua. Es muy interesante confirmar el saber popular, que sin la sofisticación actual, por simple intuición y de forma empírica realizaban el trabajo más adecuado con el fin último de la perdurabilidad en el tiempo. Igualmente comprobamos que el trabajo se ejecutaba por jornadas, semejando la técnica de la pintura “al fresco”, el artesano ponía yeso en fresco y realizaba el dibujo inciso “in situ”. Todas estas pistas nos dieron las pautas para elaborar la metodología del arranque del Mihrab ya que tratamos de dividir el despiece de manera similar a su construcción.

Tras este estudio de la intervención nos apoyamos en experiencias de intervenciones anteriores, para elaborar un sistema que pudiese, por una parte armar esta estructura de yeso, que es un material frágil y que se decohesiona con facilidad, sobre todo este Mihrab que se encontraba a la intemperie, ya que el techo que lo cobijaba se derrumbó y el escombro estaba tapando parte de él.

El sistema elegido fue crear por la parte trasera de la yesería una estructura de resina y fibra de vidrio, introduciendo unas placas de acero inoxidable, que sirviesen de “conectores” para fijar estas placas a una estructura fija y portante en el Museo. Este sistema que ya empleamos en un proyecto para Estados Unidos; nos llevó tiempo de investigación y desarrollo, para evitar que la resina que usamos en su consolidación incidiese en la propia obra de arte. Sin duda este sistema ha facilitado el trabajo de montaje y permite que cada pieza sustente su peso por si misma, sin generar tensiones en el resto.

Todos estos detalles están perfectamente explicados en la amplia documentación que se ha preparado de esta intervención y de la cual adjuntamos un RESUMEN FOTOGRÁFICO.

 

Una de las causas de degradación de las decoraciones son las humedades producidas por causa de la ascensión por capilaridad. Tres salones de la planta baja del Palacio Real de la Granja han sido intervenidos mediante el sistema Dry Kit, formulación TRS114 y realmente hemos comprobado que el efecto de capilaridad ha desaparecido. El daño que ha producido este ascenso de humedad en las decoraciones es evidente. Las sales que llevaba el agua disueltas, al salir al exterior aumentan de volumen, lo que provoca una rotura de los enlucidos y caída de decoraciones y soporte.

 
La restauración en las pinturas murales al temple, ha consistido en la eliminación de sales, mediante “papetas” de agua desmineralizada; posteriormente recuperación de los enlucidos de yeso , sacando perfiles y completando volúmenes y finalmente restauración de la capa pictórica al temple y plumeados en oro fino.

 

 
La restauración de los enlucidos de estuco mármol, ha requerido de una intervención más particular, ya que ha sido necesario reproducir con la misma técnica todos los enmarcados de estuco que tenían las partes bajas de la sala. La técnica de ejecución para igualar estos jaspes, requiere de la pericia del estucador, que debe igualar los tonos y el diseño del mármol a reproducir. Esta técnica consiste en emplear: yeso, cola animal, pigmentos minerales y un poco de cal. Estos elementos unidos y trabajando con destreza consiguen recrear mármoles que pueden existir en la naturaleza o que son pura fantasía. El problema reside en igualar tonos y diseños de otros, para mimetizarlos en el conjunto.

 

Otro de los elementos a restaurar, han sido las filigranas de estuco volumen que se encontraban en las embocaduras de puertas y balcones del Palacio. Estas filigranas son muy representativas de decoraciones barrocas, van realizadas en yeso mediante unas terrajas corridas, que se posan in situ y posteriormente se doran en oro fino a la sisa.

 

Estamos asistiendo de forma preocupante a una moda o tendencia, por parte de prescriptores en los proyectos de intervención de restauración de patrimonio artístico, en no dar la importancia que se merece a la restauración de los elementos dorados en oro fino.

De todos es conocida la práctica de restaurar los dorados con “purpurina”. Para el neófito, esta restauración parece apropiada, ya que tapa los blancos que aparecían al desprenderse la lámina de oro y dejar al descubierto el blanco de la preparación. Estas graves agresiones cometidas en obras del patrimonio-artístico como: retablos, marcos, mobiliario, molduras, etc. se podía justificar por la penuria económica y sobre todo por la falta de conocimiento.

Con el tiempo, nos hemos dado cuenta de que una de las causas más desfavorables a la hora de intervenir un objeto dorado, son las malas intervenciones anteriores que se han llevado a cabo, recubriendo los dorados en oro fino, con purpurinas, oros falsos al mixtión, etc. El tiempo degrada los materiales, los agentes atmosféricos, la luz, la mala manipulación, etc. pero lo peor, lo que más estropea una obra de arte son las malas intervenciones. Podemos asegurar que los costes se disparan, las horas que hay que emplear en solucionar el entuerto son cuantiosas. La reversibilidad de las intervenciones, tiene que ser una premisa irrenunciable. Sin embargo, cuando se emplea “mica mineral” aglutinada con acrílico y luego se emplean pátinas con betunes y pigmentos para camuflar esta intervención, oscureciendo los dorados, es evidente que esta práctica es muy poco reversible.

Pongo una llamada de atención sobre aquellos prescriptores (arquitectos, restauradores, conservadores, historiadores del arte… etc.) para que conozcan y aprecien la técnica del dorado.

No podemos obviar una técnica decorativa milenaria. Sabemos de esta técnica desde los tiempos de la antigüedad. El oro es un metal noble cargado de gran valor simbólico y empleado por las más altas y nobles dignidades.

Sabemos de su empleo por parte de egipcios y sumerios, que lo utilizaban para cubrir materiales menos valiosos, como la madera o la piedra o incluso metales de menor valor.

La técnica del “dorado al agua” requiere de un conocimiento y una pericia para su correcta ejecución. El dorado o el plateado con técnica al agua nos permite crear decoraciones que con otro material sería imposible, los mates, los brillos, del oro bruñido, sus reflejos, sus tonalidades, no se pueden imitar con el pintado con “mica mineral”.

Una excepción que es el retoque de pequeñas faltas, se ha convertido en regla al cubrir completamente la decoración con “IRIODIN”.

El dorado es un oficio y no se puede sustituir por el “pintado”, que es otro oficio.

Reclamamos más rigor por parte de los responsables en la conservación de nuestro Patrimonio para evitar la destrucción y el empobrecimiento del conocimiento. Últimamente hemos sido testigo de restauraciones en palacios y en objetos artísticos, en las que el proyecto admitía pintar los dorados con “mica mineral” y patinado posterior.

Estamos potenciando el oficio de “chapuceador” y el cliente que no entiende le parece hasta bonito, porque parece antiguo, sin ser consciente de los resultados posteriores.

La restauración de los dorados tiene que pasar por una limpieza, su correspondiente consolidación y si se reintegra debe ser con oro fino, utilizando la misma técnica que en su ejecución, los brillos bruñidos y los mates sin bruñir. Siempre es preferible reintegrar la pérdida de superficie dorada con un criterio arqueológico mediante una abstracción cromática, con el criterio de realizar una correcta lectura de la obra.

Seamos rigurosos y no nos permitamos perder parte de ese patrimonio intangible, que es el conocimiento. No debe obviarse el oficio de dorador, solo por el objetivo de reducir costes de producción.

 

El Ministerio de Justicia contrata el servicio de conservación preventiva para todos los elementos histórico-artísticos de su Patrimonio Mueble.

Ya son más las Administraciones que ponen recursos para la conservación de su patrimonio histórico-artístico, con la contratación de un servicio riguroso y profesional, que asegura de forma controlada, y no esporádica, su rico patrimonio artístico.

Los responsables y gestores de algunas administraciones, han visto en este servicio una herramienta coherente para dar respuesta a la conservación de todos los bienes patrimoniales que poseen.

Estos contratos que incluimos dentro de la conservación de Edificios Institucionales, y para los que hemos creado el “servicio de respuesta inmediata”, se valoran por horas de trabajo. De esta forma la contratación de pequeñas reparaciones es inmediata, y sólo se facturan las horas que se han empleado en realizar los trabajos requeridos. Incluye una cobertura de consulta en la que se asesora a los responsables de cada institución para la buena conservación de su patrimonio artístico. Esta práctica, que llevamos realizando más de 20 años, nos confirma que allí donde se aplica, la concienciación del valor de su patrimonio aumenta, se cuida más y mejor. Cuidar nuestro Patrimonio es cosa de todos.

 

Deseamos romper una lanza a favor del esfuerzo que en la actualidad supone la conservación del patrimonio artístico privado. Concretamente vamos a comentar lo que nos está sucediendo en una intervención que estamos realizando en Galicia, se trata de la “Casa Cervigon”, construida en los años treinta por D. Emilio Cervigon Carreras para sus hijos. Esta casa proyectada por el arquitecto Jordi Tell Novelles, está considerada Bien de Interés Cultural y es representativa de lo que se viene a llamar el “movimiento moderno”, que no modernista.

Los actuales propietarios están teniendo unos graves problemas de humedades que han alterado unos ricos suelos de taracea, realizados en maderas finas: caoba, boj, limoncillo, raíces, etc. Toda la casa está ricamente decorada en madera, tanto suelos como paramentos y techos. La intervención que se plantea actualmente es si se conservan y restauran estos suelos o si por el contrario se hacen nuevos. Es sorprendente el interés de la propiedad en que se conserve el original, aunque el coste pueda ser más elevado. La reflexión que nos hacemos es ¿Por qué el patrimonio público, que se supone un “bien de todos” no se gestiona de la misma forma? ¿ Por qué actualmente un edificio dclarado Bien de Interés Cultural, solo se conserva la fachada y el resto se derriba? Estamos asistiendo a rehailitaciones en las que al entrar en un edificio con una fachada antigua, lo que te encuentras en su interior es un “tunel del timepo” que te traslada a, como llamo yo, el “estilo Moneo” todas las decoraciones, toda la estética de la época ha desaparecido.

En estos momentos nos sentimos cómplices de la propiedad de la “Casa Cervigon” y creemos que el esfuerzo en conservar la decoración interior, es tan importante como el esfuerzo de conservar la fachada. Creo que es un ejemplo a seguir y todos los implicados en la conservación de nuestro rico patrimonio artístico debemos ser rigurosos y profesionales. Tolerancia cero con la destrucción de nuestro patrimonio arquitectónico y cultural.

 

Comienzan los trabajos de restauración del Retablo dedicado a la advocación de nuestra Señora del Pilar perteneciente al Convento de las Descalzas Reales de Madrid.

Este retablo está situado en el Claustro del Convento, realizado en madera tallada y policromada con oro fino al agua. La factura de este retablo corresponde al segundo tercio del siglo XVII, su composición está construida por predela, cuerpo principal y ático. El cuerpo principal se divide a su vez verticalmente en tres calles, con dos columnas salomónicas en los costados.

El estado de conservación presenta un recubrimiento y ennegrecido por una gruesa pátina de betún de Judea. Igualmente se observan pérdidas de volumen y talla.

La restauración está consistiendo en la retirada de la capa de recubrimiento, consolidación de las policromías y reposición de volúmenes en su primera fase.

 

Siguiendo con la política de recuperación de decoraciones originales del Palacio de El Pardo, iniciada por Patrimonio Nacional hace 15 años. Los salones “Antedespacho Oficial” y “Vestíbulo Principal”, han sido objeto de un estudio histórico profundo para preparar un proyecto riguroso de actuación, donde se han intervenido todos los elementos artísticos de estas salas.

Pintura mural en el antedespacho Oficial “Apolo premia las artes” de Ramón Bayeu, pintura mural del Vestíbulo Principal “La Justicia, La Paz y La Abundancia” de Mariano Salvador Maella, así como estucos volumen, dorados, tapices, mobiliario, suelos, carpinterías, han sido objeto de una restauración integral, que ha durado tres años y permite recuperar para el público en general, espacios artísticos del palacio más antiguo de la Comunidad de Madrid.

 

 

Se han finalizado las obras de restauración de los salones privados, que la reina Victoria Eugenia utilizaba en su residencia en el Palacio Real de Madrid.

Esta restauración integral, ha consistido en la restauración de pintura mural cuyo autor fue Mariano Salvador Maella y realizado entre 1782-83. Estuco volumen, con decoraciones de altorrelieves en yeso y molduradas doradas. Trabajos de dorados, reposición de telas artísticas. Mobiliario, carpinterías y suelo de madera.

Estas actuaciones se enmarcan en la política de Patrimonio Nacional, de recuperar espacios históricos con criterios rigurosos de actuación recuperando calidades y métodos de actuación.

 

Los trabajos llevados a cabo por El Barco en el Mihrab Al-Uwayna de Wadi Bani Khalid, en Omán, han despertado gran interés entre las élites culturales del país.

La iniciativa promovida por el Sultanato de Omán, para restaurar y conservar sus bienes patrimoniales sirviéndose de la experiencia de empresas pioneras en el sector de la restauración, como es el caso de Taller de Restauración el Barco, ha despertado gran interés en los medios locales y nacionales omaníes, que están dando mucha difusión al proyecto.

Sin duda es un proyecto muy ambicioso y arriesgado, pues a pesar de la experiencia de nuestra compañía, el estado de conservación en el que se encontraba el Mihrab es bastante delicado y por tanto a la hora del traslado podría comprometer la integridad de las decoraciones. A pesar de la dificultad, un equipo de expertos se ha trasladado allí para poder acometer la dificilísima tarea del traslado del mihrab hasta el museo Nacional de Omán, donde se habilitará un espacio con las condiciones idóneas para preservar la originalidad de esta obra de arte omaní del siglo XVI.

La realización de este traslado es único dentro de la conservación de obras de arte, pues es la primera vez que se traslada una obra hecha enteramente en yeso. Al ser un material tan corruptible, las medidas de protección han de extremarse para que la obra llegue al museo en condiciones óptimas. Por tanto, el despliegue técnico en obras de este calibre es realmente impactante y sobre esto tratan las informaciones de la prensa omaní.

ENLACES A PERIÓDICOS OMANIES CON LA NOTICIA:
EL BARCO Y LOS TRABAJOS DE ARRANQUE Y POSICIONAMIENTO DEL MIHRAB.

• http://omandaily.om/?p=202533
• http://motaded.net/show-5312751.html
• https://twitter.com/wejhatt
• http://www.azamn.com/?p=199003

 

Tras las diferentes obras de equipamiento que está acometiendo el Palacio del Congreso de los Diputados, la Dirección de Patrimonio Histórico Artístico de la Cámara lleva a cabo diversos trabajos de limpieza en la zona de Presidencia del hemiciclo del Congreso, para dejarlo a punto en las jornadas de puertas abiertas. Estos trabajos consisten en la retirada del polvo y la suciedad que acumulan tanto las decoraciones y esculturas, como los terciopelos del baldaquino. Son trabajos que han requerido la colocación de andamios en altura.

Un equipo de restauradores especializados ha trabajado durante el fin de semana para no interrumpir la actividad propia de la Casa.

Limpieza de los terciopelos del frente de Presidencia del hemiciclo, en el Palacio del Congreso.

 

El Barco S.L. firma un contrato con Acciona Producciones y diseño S.A. para realizar el arranque y traslado al Museo Nacional de Omán del mihrab “Masjid al-Uwajna” situado en la población de Wadi Bani Khalid. Este mihrab, realizado en estuco de cal tallado, es una de las piezas más importantes con las que va a contar el Museo Nacional de Omán y corresponde al arte religioso tradicional omaní del siglo XVI.

El trabajo, a desarrollar durante 4 meses, consistirá en el arranque, traslado y colocación del mihrab en Muscat, ciudad donde se está construyendo el Museo nacional de Omán.

 

El pasado mes de Diciembre, se han realizado trabajos de conservación preventiva en los elementos artísticos pertenecientes al Salón del Trono del Palacio Real de Madrid.

La parte más complicada de la intervención ha consistido en colocar andamios y elementos de protección debido a las dimensiones de la estancia y la cantidad de elementos artísticos que posee.

Hacía más de 20 años que no se intervenía en las colgaduras de terciopelo. Igualmente se ha intervenido en dorados, altorrelieves y elementos fijos, como espejos.

Los trabajos han consistido principalmente en eliminación de polvo y suciedad, sentado de oros y aplicación de capas de protección. Estos trabajos se enclavan en actuaciones de Conservación Preventiva, dentro de nuestro servicio.

 

Promovido por la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, El Barco ha realizado un estudio para determinar si las pinturas que aparecen tras el retablo, en la cabecera del ábside, que corresponden al pie de un pantocrator, tienen continuación en la parte alta del retablo. Para ello se han instalado unos andamios que, mediante catas selectivas, permitirán concretar si hay indicios de dicha pintura.

 

El pasado día 9 de diciembre se procedió a la clausura del curso de “Escayola artística” de 880 horas, que comenzó en abril de 2013.
Al acto de entrega de diplomas, acudió el Excmo. Alcalde de Collado Villalba, D. Agustín Juárez, y el Teniente de Alcalde, D. José Flores.
Este curso, promovido por el Ayuntamiento de Collado Villalba, ha permitido a 15 alumnos formarse en este oficio y obtener la correspondiente acreditación.

 

Los alumnos del Centro de Formación visitaron el día 3 de mayo el Palacio para ver in situ las decoraciones
de estuco-mármol, pintura y escayola decorativa que se realizaron en la época de Felipe V e Isabel de Farnesio
y otras como las de estuco-mármol en la planta baja que son de reciente factura.

Los cuarenta y cinco alumnos que componen los tres cursos de formación han visto los resultados de las enseñanzas que están recibiendo en los cursos de “Pintura”, “Estuco-mármol” y “Escayola”. Todos coinciden en lo interesante de la visita a la que han asistido igualmente los profesores que intervinieron, en su día, en la restauración del citado Palacio.

 

El pasado 18 de enero los alumnos de los cursos de Pintura Decorativa y Restauración de Madera del Centro de Formación El Barco pudieron disfrutar de una visita al Palacio de Linares y al Palacio Congreso de los
Diputados organizada por el Centro donde, acompañados de sus profesores, admiraron las majestuosas decoraciones de sus estancias, reconociendo en ellas las diferentes técnicas decorativas que imparten en el Centro. Con este mismo fin se organizó una nueva visita, esta vez al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Visita de alumnos al Palacio de Linares.
Derecha: Visita de alumnos al Palacio del Congreso de los Diputados.

 

Del 22 al 25 de noviembre de 2010 tuvo lugar en Dubai la Feria Big 5 International Building & Construction Show, la mayor feria del sector de la construcción y edificación en oriente medio; El Barco ha participado con un stand donde se ofertan Proyectos de Alta Decoración y Reproducciones de Espacios Arquitectónicos, exponiendo muestras de diferentes técnicas decorativas e impartiendo conferencias sobre Oficios Artísticos aplicados a la Decoración de Alta Calidad.

El Excmo. Sr. D. Gonzalo de Benito Secades, Embajador de España en Emiratos Árabes, visita el stand.
Derecha:  D. Fernando Salazar Palma, vicepresidente ejecutivo del ICEX, en el stand de El Barco.

Acuerdos y colaboraciones comerciales fraguados en la Feria.
Derecha:  Conferencia realizada en el pabellón español a cargo de Diana Benavente.

El Barco,  La Excelencia en el Sector de la Restauración